Un gatito para Gladys

Esta es la historia de un bordadito que empezó como algo pequeño, un detallito de amistad porque sí, sin necesidad de que hubiera una fecha especial. Sin embargo, aunque el bordado siguió siendo pequeñito, el detalle, al igual que la amitad, creció y creció!

Aunque el bordado lo decidí enseguida, porque me pareció que era ideal para Gladys, el acabado no lo tuve nada claro. ¿Un pinkeep? ¿Un pequeño conjincito? No acababa de decidirme!
Y sin embargo, me encanta el resultado. Telas otoñales de Miss Zelania, la costura de mi madre y una percha que compré en Dechado en mi última visita a Madrid y que guardaba para una ocasión especial.

Gladys, me alegro de que te gustara el gatito y de que te alegrara también el día un poquito, eso me hace muy feliz. Y a la arañita también!